El estar esperando a que mis últimas horas de trabajo pasen lo más rápido posible se ha convertido en el momento perfecto de la semana para desplegar todo mi ingenio e intentar encontrar pensamientos que pueda volcar en el blog. Todo esto surge de la inmediata necesidad de escribir más. Tras más de 6 meses sin publicar ninguna entrada, mis expectativas de que alguien siga leyendo el blog no llegan ni a las mínimas. Tras dar un rápido vistazo a las últimas actualizaciones me doy cuenta de que la mayor parte de las veces en que el blog viene a mi cabeza, son en esos momentos en los que estoy de capa caída. ¡Esto no puede seguir así! Hay que darle una vuelta de tuerca a todo esto y empezar a ser un House del día a día. Ver tu vida desde otra perspectiva y fijarse en esas pequeñas cosas que la hacen divertida, diferente y a veces sin sentido.
Esto fue lo que tenía en mente cuando muerto de aburrimiento empecé a preguntarme cosas a las que no le podía encontrar respuesta.
¿Por qué siempre que estás esperando al autobús, el número que tienes que coger siempre pasa antes en la dirección contraria que necesitas? Sinceramente creo que es un plan magistral que tienen las compañías para desesperarte y volverte loco. Estoy convencido de que los autobuseros están esperándote en las esquinas y en el momento que llegas a la parada y ven el número que necesitas, se lanzan al volante como locos para llegar antes y ver tu cara de poker desde el otro lado de la acera.
¿Por qué la gente cuando habla por teléfono camina? Aquí se puede quedar uno sin respuesta pero yo creo que la he encontrado. Si dirigiéramos todos los pasos que damos en el mismo sentido mientras hablamos, cuando colgáramos el teléfono nos encontraríamos totalmente perdidos en cualquier calle de la ciudad sin saber cómo hemos llegado aquí. Es por eso que nuestro inconsciente nos hace ir y volver al mismo sitio para que cuando recobremos el conocimiento perdido por una intensa y vital conversación, como bien puede ser a qué hora llegarás a casa o qué quieres para cenar, sepamos que ahora y nunca antes, es el momento de poner rumbo hacia nuestro destino y no ser arroyados por cualquier coche despistado en medio de la carretera.
¿Por qué llegamos antes a los destinos cuando no corremos? Esto es algo que nunca entenderé. Ese día que no tienes prisa en llegar al trabajo pero que simplemente decides salir un poco antes de casa para así ir tranquilo, te encuentras en menos de 5 minutos en tu lugar de destino. Da igual que tengas que cruzar media ciudad o solo dos esquinas. Si no tienes prisa el mundo se confabulará para que todo vaya más rápido de lo normal y te encuentres llegando a tu destino demasiado pronto. Es entonces cuando piensas, ¡coño! ¿Y ahora qué hago? De aquí se puede deducir otra pregunta sin respuesta como ¿Por qué siempre están los semáforos en rojo cuando necesitas llegar rápido a algún sitio?
Siguiendo en la misma línea está la siguiente pregunta: ¿Por qué nunca hay un taxi cuando lo necesitas? Ese día que estás reventado y quieres llegar a casa lo más rápido posible, o que no quieres ir en autobús a casa porque piensas que así llegarás antes, o que simplemente necesitas un taxi, ¿Dónde coño están? Da igual que 5 minutos antes hayas visto 20 y que los hayas dejado pasar porque en un ataque de bravura y valentía te creías el amo del mundo y no necesitabas uno. En el momento que tus pies toquen el suelo y te des por vencido, en ese momento no habrá ningún taxi a tu alrededor. Y ya puedes ir preparándote a esperar los siguientes 5 minutos intentando divisar alguno. Simplemente no aparecerán para darte ese castigo merecido por creerte superior a ellos.
Otra cuestión un poco menos dramática pero que puede hacerte pasar noches enteras sin dormir es ¿Dónde va la cera de las velas? Todos sabemos de sobra que la cera la producen las abejas y que si la tocas durante un rato o le aplicas un poco de calor, ésta se hace blandita y moldeable para tu entretenimiento. Pero cuando enciendes una vela, ¿dónde coño va la cera consumida por el calor? ¡¡¡No es posible que desaparezca!!! ¡¡NO ES POSIBLEEE!! Todos sabemos que el agua la hierves y “desaparece”. Más que desparecer se hace vapor, pero la sigues viendo apegada a los azulejos de tu cocina convirtiéndose en pequeñas gotitas de vapor. ¿Pero la cera? ¿Se quedará también pegada en las paredes y no nos estaremos dando cuenta?
Para finalizar, mi última pregunta puede estar inducida por las series americanas dispuestas a hacerte creer en cosas que no existen como Acción de gracias, San Valentín o Santa Claus. Pero aún siendo esto verdad, me lo seguiré preguntando hasta que no vea por mis propios ojos si existe o no semejante cosa. ¿Dónde está el botón del ascensor que aparece en las películas/series americanas, que si lo aprietas una vez hace que el ascensor se pare, pero si le vuelves a dar lo pone en marcha otra vez? Venga no jodamos… Que me apetece darme el lote con la doctora de Anatomía de Grey, le doy al botón. Que si me entran ganas de tener una discusión sin que nadie se entere, le doy al botón. Que si me entra el apretón con la novia y no puedo esperarme a meterle el r*** en casa, le doy al botón. Por favor no juguemos con esos botoncitos. No sé si existirán o serán productos Made in América. Pero si existen, ¿a que tardan a implantarlos en el resto del mundo? Aunque todos sabemos que si lo hicieran en España, con lo responsables y devotos al trabajo que somos, la jornada laboral se reduciría a la mitad. Y si lo hicieran en el Reino Unido, no hace falta decir que cuando lo apretáramos activaríamos la fire alarm. No vaya a ser que hubiera un incendio y alguien se quedara dentro.
En fin, seguiré buscando esas pequeñas cosas de la vida que pasan desapercibidas. Y por supuesto las seguiré contando aquí.
Grande Jose!!! te ha faltado uno por eso: ¿Las manzanas como se acuestan para tener manzanas? XD
ResponderEliminar¡No es posibleeeeeeeeeeeeeee!!! Nunca había pensado lo de la cera!!! Qué gran misterio oye...
ResponderEliminarYo también he pensado muchas veces lo del botón rojo... ¿Hola? ¿Cuando voy a cumplir esa fantasía sexual?