viernes, 13 de noviembre de 2009

Espacio vital

Hola a todos!!!

¿Cómo va el frio? Seguro que os gano jejejeje.

Esta entrada de hoy va dedicada a pequeñas cosas que te das cuenta que forman parte de tu día a día cuando llevas tiempo en Edimburgo. Son cosas peculiares porque no te das cuenta de ellas hasta que alguien te hace verlas.

Imagino que ya lo sabreis, pero por si no, Luis vino a visitarme del 7 al 12 y amigos de Santi vinieron del 7 al 10. Éramos muchos españoles juntos y todos nos lo pasamos genial. Pero al mismo tiempo fue un momento en el que me di cuenta de pequeños cambios.

Te das cuenta de que llevas tiempo aquí cuando tienes menos frio que los demás. Parece algo obvio, pero no. Es obvio que en Edimburgo hace más frio que en España, pero cuando ves que todo el mundo tiene frio 24 horas y tú no, entonces dices: ¿de verdad me he adaptado al clima? Lo gracioso es imaginarte en Enero o Febrero cuando visite España que todo el mundo irá tapado y yo sentiré que hace un día tremendo para no tener que llevar la cazadora puesta. La lluvia se ha convertido en algo normal, dado que aquí (como ya dije) cambia el clima 3 o 4 veces al día. Si llueve, pues te mojas. Así de simple. Pero sigues haciendo tu vida sin importarte lo más mínimo el tiempo.

Las horas de las comidas es algo divertido. Puedes estar comiendo a las 12 o a las 2 y cenar a las 7 o a las 9. De hecho, cenar a las 9 ya no es normal. ¿Cómo puedes cenar a esas horas y después irte a dormir sin tener el estómago aún lleno? Y hacer 5 comidas al día... eso es de locos!! Creo que me creará más que una discursión con mi madre.

El acento escocés ya no te parece difícil y ver a un hombre tocando la gaita en la calle ni te inmuta. Caminas por la calle esquivando a la gente que intenta hacer alguna performance, porque ya las has visto 20 veces y sabes que si te quedas mirando, al final tendrás que darle algo al pobre hombre. Cuando te cruzas con españoles, inconscientemente te callas y retomas la conversación una vez ya no les oyes hablar. Gente sin dientes, con pelos raros, en tirantes y minifalda, con tacones altísimos caminando entre calles de piedra... todo es normal. Sales de casa y el sol se está escondiendo. Caminas por calles situadas entre bosques y no piensas en alejarte de ellas por ser demasiado tranquilas ni que puedan ser morada de atracadores o simplemente mala gente.

Ir en autobús más de 4 veces al día, algo normal. Y taxis en las calles en cada esquina. Restaurantes chinos, indues, italianos, nepalíes, tradicionales y fast food. Una variedad de lo más normal, cosa que te hace pensar en comidas que echarás de menos. Sin ir más lejos, el curry.

Las tiendas cierras a las 5 y los supers abren hasta las 9, y todos los días de la semana. Los horarios de trabajo, de 8-9 a 5-6. Intentar coger un autobús a esa hora, implica ir apretado y muy lento. Pubs y discotecas abiertos 24/7. Las pintas de cerveza se beben como tercios.

Lo más raro de todo, algo que nunca pensé en que me podría pasar, fue darme cuenta de las distancias. Las distancias entre personas. Me di cuenta que en España estabamos muy cerca unos de otros. Cerca a la hora de hablar, de sentarse o de simplemente estar. Es algo raro, pero me he dado cuenta de que mi espacio vital ha crecido y que lo necesito. Necesito distancia y mi tiempo. Tiempo que sólo es mio y que lo pueda emplear cuando quiera y como quiera sin tener que pedir permiso o dar explicaciones a nadie.

La gente de la que te preocupas son tus amigos y compañeros de piso. Al fin y al cabo son lo único que tienes aquí. Vínculos que se crean sin apenas darte cuenta, y preocupaciones entre nosotros que nunca llegarían a existir en España. Te das cuenta de que quizás no cuidas a los que se quedaron en España, pero al mismo tiempo te autorespondes sabiendo que es imposible. ¿Cómo se puede llegar a todo lo de aquí en un día que solo tiene 24 horas, si también tienes que preocuparte de todo lo de allí? Está claro que hay que cuidar las relaciones, pero la gente lo tiene que entender, no?? Te entran ganas de hablar con todo el mundo y de estar todo el día conectando para poder estar siempre disponible. Pero entonces razonas y piensas: eso es imposible...

¿Será que me he enfriado o que me he adaptado? No lo se... Pero fue curioso darse cuentas de todas esas cosas en tan poco tiempo.

Jose

7 comentarios:

  1. Eso simplemente es que has empezado a vivir tú vida. Carpe diem!

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  2. pffff te acuerdas cuando la primera semana que estabas aquí ibas con paragüas?
    loser!!!!!!!!!!!!!!!!1

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  3. Melón!
    Que se me ha roto el coche y voy a estar un par de días en tu casa, así que a ver si llamas por la noche.
    Un beso!

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  4. joseliniiiii!!!
    eres un guiriii ya, k fuerteeee!

    mil besotes

    aye.

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  5. M'agrada moltíssim aquest post, encara que em deixa trista, perquè sembla que t'agrada molt més la vida d'allà i serà difícil que et plantejes en tornar a curt termini!


    Helena

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  6. No hagas caso a Helena que la pendona esta en barcelona,tu vive y preparanos mantas para cuando vayamos. La sudadera cutre de pgl me la pido yo. Un beso

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  7. Home, de moment me te que agradar aço prou.. que encara he d'estar prou de temps. Mes val veure-ho aixi tot, que no estar trist. Encara que moltes voltes tot no es tan meravellos com semble. Hi ha voltes que també es prou dur. Però aixó intente no escriure-ho. I si ho faig, que siguen les minimes voltes possibles. He de mirar lo millor d'aci, perquè lo pitjor no servirà per a res quan no estiga aci. Com a mínim que quan torne a casa i mire al blog, que em done un bon record de tot.

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