cara y cruz

Un día más en estas tierras y algo nuevo pasa.

Hoy hemos decidido a salir de casa después de ayer pasaronos todo el día en casa. Nos despertamos Paula y yo y nos vamos para la agencia que supuestamente tenían que llamarme el miercoles, pero que no lo hicieron. Llego allí y me dicen: don't worry, you are on top of the list. Lo que viene siendo que si encuentran trabajo que me lo dan a mi. Suena muy bien, pero no tanto cuando sales de allí y hablas con Vicen (un amigo nuestro que estaba cuando entré) y te dice que mañana tiene trabajo en no se donde. MUY BONITO... en top of the list, pero mañana yo no curro... Hay que tomárselo con humor y ya esta...

Esperando a que Vicen saliera, nos encontramos con Roman (su amigo con el que vive ahora) y nos vamos todos juntos por el centro. Entramos en una tienda y cuando queremos salir está diluviando. Es la gracia del tiempo escocés. No te fies nunca del tiempo que hace cuando te levantes, porque cambiará. Seguro que cambiará. Es bastante gracioso todo esto, porque cada vez se parece más a Castellón. Vas por la calle y te encuentras a gente que conoces. Algo que puede parecer normal, pero os aseguro que aquí no lo es.

Después de todo llega la noche, que se suponía que íbamos a salir de fiesta. Es viernes.. así que tiene que prometer. Después de unas cuantas conversaciones al parecer no vamos a salir, así que me voy con Carolina (la que será mi compañera de piso durante Agosto, aún no se sabe el resto...) a Elephant House. Allí es donde J. K. Rolling escribió los libros de Harry Potter, y aunque sea muy bonito porque desde allí tienes unas vistas del castillo impresionantes, me parece a mi que no justifica que una pinta de cerveza cueste 3 pounds. Aquí se hace negocio de todo y como Edimburgo tiene mucha historia... pues os podeis imaginar.

Estando allí me dice Bea que vamos a salir: BIEN. Tengo ganas de disfrutar un poco. Desde que he llegado aquí solo me he preocupado de encontrar un trabajo y no he disfrutado de lo que he hecho por mí solo y de donde estoy. Tantas ganas por llegar y ahora no lo estoy disfrutando. Así que corro a casa, me arreglo y nos vamos de fiesta. Llega Paula y me dice que en el restaurante donde trabaja ella buscan a gente y que el domingo tengo una prueba. A ver si hay suerte... De momento ya es algo.

Por cierto, el lunes también tengo que llamar a un sitio para hacer una entrevista por teléfono. Con un poco de suerte trabajaré haciendo esa clase de encuestas odiosas que hacen por teléfono. Así que ya sabeis, si os llama alguien, sed un poco más simpáticos que es gratis.